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El ojo es la puerta primaria de nuestra sexualidad. Así como la puerta en las ciudades antiguas regulaban todo el tráfico que entraba y salía, nuestros ojos determinan la naturaleza del tráfico en nuestros corazones.

 

Haz un pacto con tus ojos

En mi oración, me topé con Job 31:1: Yo he hecho un pacto con mis ojos; ¿porque habría entonces de mirar a una mujer joven? Orando dije: “Si, Señor. Estoy comprometido con la pureza”. Mientras le decía que sí al Señor él me interrumpió gentilmente: “Sabes, nunca lo has hecho realmente”.

Estaba determinado a caminar en pureza, pero no lo había llevado a un nivel de pacto. Temblando, acepté su invitación, escribí el voto, le puse fecha, di una ofrenda y pacté mis ojos a Jesús. Prometí que nunca más iba a permitirle a mis ojos ver una imagen o una persona lujuriosamente. Después de varios años de victoria, Dios me ha empujado a compartir esta invitación. ¿Quisieras decirle que sí al pacto de los ojos de Job 31:1?

Los hombres: son activados sexualmente a través de sus ojos. Dios los hizo así, pero el pecado los arruinó. Ahora son susceptibles a lujuria y tentación. Por esto los hombres deben hacer un pacto con sus ojos, lo que significa que la tentación no puede ni llegar a primera base. Ahora se podrán involucrar en la búsqueda gloriosa de traer todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

Las mujeres: son activadas a través de la puerta de los ojos. El ojo es un conducto primario a la mente y la mente el centro de control donde las fantasías se desarrollan, en gran parte tiene que ver con comparaciones. Los ojos ven lo que otros tienen y estos datos se pueden volver envidia y fantasía. Las mujeres deberían considerar un pacto con sus ojos, porque pueden estar tan distraída en su físico, que pierden la verdadera belleza que Cristo les ha dado.

 

Medidas: 14 x 21 cm

Un pacto con mis ojos - Bod Sorge

SKU: 9781937725266
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